Los
parques y jardines, por encima de otras consideraciones y bajo el punto de
vista que pretendemos destacar, son espacios de uso y disfrute creados de forma
artificial para la gente. Espacios generalmente exteriores que se forman a partir
del individuo y lo que le rodea y se
componen del conjunto de relaciones que vinculan a este individuo con todo lo
que percibe o se relaciona.
Lo
anterior amplia el concepto más elemental de espacio como hábitat, lugar de
relación y desenvolvimiento, del que hacen uso los diseños, básicamente y en
primer lugar, y viene a enriquecerlo con una nueva e importante dimensión,
abriéndolo al campo de las influencias, las sensaciones y, sobre todo, el
interés.
“…para
cada ser humano existe un espacio diferente.”
|
Ya
se comprende que para cada ser humano existe un espacio diferente, distinto a
su vez en cada momento, muchas veces generado de forma inconsciente: es el
producto de sus relaciones con el medio y sus componentes, de todo tipo,
siempre de carácter personal.
El
espacio con esta concepción añadida a su valor tradicional, lo convierte en el
espacio total que rodea al individuo. Será su lugar físico de movimientos, su
campo visual de captación de imágenes, (de mirar, no sólo de ver), su ambiente
sonoro, su medio en definitiva de relación con lo que le rodea, en el que,
además, y esta es la cualidad añadida, existe o se desprende la comunicación
sensorial con los elementos del espacio compuesto en ese momento.
Para
cada individuo que lo percibe será su medio de vida consciente, donde la mente
se ocupa en ese instante, en palabras de hoy, la autopista de comunicación por
la que circulan los flujos de emociones y sentimientos que emanan de esas
relaciones.
Puesto
que el espacio así entendido es creado por el propio individuo a través de sus
relaciones sensoriales, son sus cualidades y capacidades personales las
encargadas de generarlos, de las que dependerá la amplitud, riqueza y
características de estos espacios, y así ocurrirá, que mientras ciertos individuos
pasarán de largo ante determinados escenarios, otros encontrarán en ellos un
magnífico marco de emociones y sentimientos.
Pero
no solo el individuo será determinante en esta relación; el marco donde tendrá
lugar lo será también en igual medida, en particular su composición y
equipamiento, pues constituyen la base a partir de la cual se pueden generar
los impulsos de la comunicación. Cuando más adecuado es el escenario para la
obtención de determinados beneficios – desarrollo de ciertas experiencias – más
fácilmente serán de obtener por una cierta clase o generalidad de individuos.
Los
parques y jardines son los escenarios de relación donde pueden – deben - darse
estas experiencias, que se pretende sean beneficiosas. Por ello, siendo el
sujeto y su medio de relación, con todo su equipamiento, incluso la luz y el
aire, quienes componen el espacio parque o jardín, y siendo sólo posible la
intervención, de forma parcial, en el segundo de ellos, ya se comprende que el
usuario tiene que tener una permanente consideración en el diseño.
Ya
se sabe que el diseño es tanto más comprometido cuanto mayor vaya a ser el
compromiso del usuario con el objeto diseñado, es decir cuanto más cercana e
íntima vaya a ser su relación con él. Los parques y jardines, como elementos
que tienen una importante carga de uso, compartida además por innumerables
usuarios, requieren un cuidado diseño de todos sus elementos ya que estos
formarán parte de una escena donde el actor principal será el usuario, que debe
sentirse confortado con su compañía.
Ahora bien, no se logrará el pleno confort si solo se atienden
necesidades materiales o de funcionamiento y no se va más allá, al menos para
muchas personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario