El
mantenimiento de los elementos de mobiliario urbano es casi siempre un capítulo
importante, razón por la que ha de ser muy tenido en cuenta en el diseño.
Es
importante elegir bien el elemento y analizar su utilidad para el uso al que se
destina, aspecto a veces no bien considerado
en el proyecto, lo que supone su rápida degradación por su inadecuación al uso.
En este sentido, hacemos notar que la
información de la mayoría de lo catálogos es insuficiente para estos fines,
debiendo solicitarse del fabricante datos complementarios como espesor de los
materiales, elementos de protección y seguridad, tipo de usuarios a los que se
destina, cumplimiento de la normativa..., analizando con detalle las
necesidades de mantenimiento.
Si
se opta por el diseño del mobiliario podemos incurrir en un elevada responsabilidad, pero puede ser muy positivo
para la obra. El diseño del mobiliario urbano es trabajo de especialistas y entrar
en este campo supone una cierta formación, al menos un conocimiento preciso
tanto de los materiales como de la función a cumplir por el elemento en si;
bien es cierto que hay mobiliario más y menos complejo, a cuyo diseño se puede
entrar con mayor o menor cuidado. En cualquier caso es una tarea arriesgada que
tiene mucha repercusión en el mantenimiento.
El
mal estado con que aparecen en calles, parques y jardines nos obliga a insistir
sobre la importancia de su razonada elección, diseño y emplazamiento, y lo ya
indicado sobre incorporar al proyecto un programa de conservación, detallado y
valorado, de forma que se arbitren desde un principio los efectivos necesarios
para ello.
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