LOS
ELEMENTOS ASOCIADOS
Son innumerables las
construcciones asociadas en los parques y jardines. De todas ellas los muros quizá
sean los más significativos pues están presentes en muchas realizaciones, por
lo que vamos a comentar algo sobre ellos.
Aparte de su utilización
ornamental, las funciones clásicas en jardinería son como elementos de cierre y
de contención de tierras.
Son o pueden ser infinitas
las razones para disponer un muro en un proyecto y, en consecuencia, sus
dimensiones, forma y materiales. Su planteamiento en la escena puede ser muy
variado y así pueden disponerse exentos, luciendo la fábrica como un elemento
más de la composición, enmascarado por plantas, adosado a otras construcciones,
al pie de un talud...
Los materiales de empleo
pueden ser todos los adecuados a los esfuerzos a soportar y condiciones de
intemperie que es donde generalmente se encuentran, destacando la piedra y los
productos cerámicos como los materiales más adecuados.
Su acabado puede ser muy
diverso, desde la fábrica vista, recubiertos, pintados...
La construcción básica de un
muro requiere de una cimentación, que es la encargada de transmitir las cargas
al terreno, y de una fábrica resistente a los esfuerzos previstos; en unos
casos soportará cargas verticales, su propia fábrica o carga añadidas, en otras
ocasiones empujes de tierras.
Conviene recordar algunas
cosas:
- Los muros de pequeño tamaño para contención de tierras, en especial los de mampostería, son muy utilizados y proporcionan al jardín mucha belleza no sólo por su contemplación sino por permitir el establecimiento de planos a distinto nivel que favorecen las vistas, los ambientes y las perspectivas.
- Un muro acompañando a un paseo, de una altura que no rebase la vista de lo que se pretende ver, aumenta visualmente su longitud y sitúa al espectador en un plano dominante, favorable respecto de la escena que contempla.
- Un muro fragmentado acorta las distancias.
- Pequeños muros en abanico focalizan vistas.
- Los muros banqueados junto a un paseo en pendiente disminuyen esta sensación, por el contrario si mantienen su coronación con la pendiente la afirman y manifiestan más.
- Un muro exento es algo duro pero bello y permite, al traspasarlo, descubrir un nuevo paisaje. Nada como un muro para afianzar un mirador, para comunicar sensación de altura; si el muro se escalona y ajardina permite, por el contrario, eliminar la sensación de desnivel.
- Un muro de grandes proporciones con plataformas ajardinadas es una magnífica representación de jardín en altura.
Otro elemento muy
característico de los parque y jardines son las pérgolas, las cuales tienen
asignadas algunas funciones de cobijo y protección, sombra en particular, pero
casi siempre su empleo obedece a razones estéticas o paisajísticas.
Adecuadamente proyectadas
pueden ser elementos muy importantes en la escena, tanto para ver como para
utilizar.
Pérgola |
En todos los casos son
elementos destacables que no pasan desapercibidos por lo que su diseño y puesta
en escena suelen ser bastante comprometidos. La forma y diseño en planta y
altura debe guardar una buena proporción, considerada como dimensión de uso, si
esta es su finalidad, y de encaje en el entorno.
Su diseño es muy peculiar y
la libertad es total, tanto de formas como de materiales y aquí son de
aplicación todos los aspectos que acompañan el diseño de los elementos
singulares del proyecto. De las pérgolas pueden hacerse elementos útiles y
funcionales, más o menos irrelevantes, o elementos de fuerza y caracterización;
con frecuencia han sido elementos destacables y controvertidos, pérgola de la
estación de Sans de Barcelona, plaza de la Palmera en Alicante, pérgolas de
Foster, de Ambasz, pérgolas de Calatrava...
Elementos de cierta similitud
con las pérgolas, por su función de cobijo y protección, son los templetes,
cenadores y marquesinas. Para ello podemos decir lo mismo que para las
pérgolas, es decir nada, pues son elementos de diseño para los que no hay
reglas al respecto, salvo la buena profesionalidad, correcta construcción y
que sean adecuadas al fin propuesto.
LOS
ELEMENTOS PRE-EXISTENTES.
De
obligada consideración son los elementos existentes en el terreno objeto de la
actuación. Construcciones, obras de fábrica, muros, muretes, cerramientos,
pérgolas, cenadores, escaleras, pavimentos, elementos de alumbrado, de
mobiliario, etc., y, sobre todo vegetales, pueden ser de una gran utilidad a
los fines del proyecto, incluso generar ideas o soluciones de diseño muy
valiosas.
Será
preciso conocer a fondo el estado de conservación y deducir la utilidad, para
obrar en consecuencia, cuestión a veces de difícil evaluación, quedando siempre
la duda. En particular los vegetales, si
por su estado o situación no perjudican, deberán conservarse.
Obviamente
la consideración de estos elementos se produce al comienzo del proyecto, antes
de ensayar soluciones de diseño, a veces influidas por ellos.
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