Los
caminos sirven para poner en comunicación las distintas áreas de un parque y ordenar
las circulaciones.
Vamos
a tratar someramente los aspectos más destacables:
Trazado.- El trazado de los caminos tiene muchísima importancia
en el diseño y es lo que más personaliza un parque o jardín. Las formas pueden
ser todas las imaginables pero siempre con la coherencia y orden lógico que
deben tener todas las cosas. Su trazado debe responder en primer lugar a su
utilidad cual es la de permitir el desplazamiento entre dos puntos, y después
atender a cuestiones de otra naturaleza, a veces más importantes.
Vamos a recordar algunas cosas:
- Un camino que une
en línea recta dos puntos es el mejor, si no perjudica otros factores del
diseño. Las grandes longitudes son arriesgadas pero en ocasiones de gran
belleza, por ejemplo acompañadas de una buena alameda en uno de los lados y con
una gran superficie empradizada en la otra.
- Un camino
serpenteante sin motivo no tiene sentido, no se acepta bien. Ahora bien, un
camino así, recorriendo el pié de una loma, salvando árboles a su paso o rodeando
una gran pradera para apreciar las vistas que se ofrecen al fondo, por ejemplo
la casa, es una buena solución de diseño: el proyectista deberá colocar estos
elementos en la escena para dar sentido y justificar la traza.
Sendero sinuoso |
- Un camino que
cruza sobre el agua, sobre un puente, manifiesta mejor que otros su naturaleza
y el servicio que presta. Otro tanto puede decirse de sus pretiles.
- Los caminos
curvos, que pierden su traza, acompañados de un muro permiten a la vista
descubrir la intencionalidad del trazado al caminar por su coronación.
- Un camino ancho es
mejor que uno estrecho, proporciona confort y calidad, pero puede resultar excesivo y dejar al
caminante desamparado o acortar excesivamente la perspectiva.
- Un camino estrecho puede ser
angustioso, difícil de caminar junto a otras personas y empequeñecer la escena.
- Un camino terrizo
permite apreciar mejor la naturaleza de alrededor, es más natural, transporta
al caminante al campo, es más mullido y su textura encaja bien con la
jardinería. En cambio puede resultar engorroso en días de lluvia, con calzado
de calle y originar polvo.
- Un camino
pavimentado con piezas de gran formato disminuye aparentemente sus dimensiones
pero le proporciona una mayor calidad. Un despiece normal a la marcha afirma el
sentido del desplazamiento, en especial si se va acompañando a las curvas, y acorta
su longitud aparente. Las bandas longitudinales lo alargan. Los despieces
inclinados tienen sus problemas pero pueden quedar bien, por ejemplo en las
uniones de caminos con áreas estanciales que no acometen ortogonalmente, si
queremos incorporar ambos al mismo espacio de relación.
- El perfil
transversal también influye en la percepción. Una sección con rigola central
estrecha el viario, mientras que una sección con varios puntos de recogida le
proporciona mayor anchura aparente.
- Alternar caminos
terrizos y pavimentados, de diferentes formas, texturas, color... permite
ordenar las circulaciones dejando, por ejemplo, los primeros para paseos en
zonas más naturales y los segundos junto a edificios y zonas más urbanizadas,
también como caminos de tránsito a través del parque.
- El color y la
textura del pavimento son muy significativos para la integración visual del
pavimento con su entorno. Esto es especialmente importante en paseos en cuesta
y en los óptimamente anchos, donde el pavimento es una envolvente espacial,
como si fuera un paramento.
- Los caminos no
tienen forzosamente que mantener paralelos sus bordes. Los ensanches,
formalizados o no, permiten crear islas de tranquilidad siempre que estén lo
suficientemente retiradas del tráfico; además proporcionan movimiento y
variedad a la traza. Son posibles tanto en los de planta recta como curva. Los
ensanchamientos deben conseguirse con líneas de trazado acorde con el resto; mezclar
rectas y curvas puede ser arriesgado.
- Diferenciar las
estancias del tránsito siempre es conveniente, puede lograrse con distintos
tipos de pavimentos. Una adecuada y armónica combinación de pavimentos colabora
en la identificación de las reservas de espacio para los diferentes usos.
- Uno o dos peldaños
sueltos en el camino constituyen un hito que enfatiza aspectos que queremos
destacar, tales como adquirir cierta elevación sobre el terreno y reconocer una
vista oculta en el anterior nivel, cambiar de ambiente, detener el paso para
reparar en algo...
- Colocados a
intervalos estudiados marcan un ritmo que puede ser necesario para modificar la
perspectiva, acomodarlo al terreno circundante o simplemente marcar un ritmo
agradable. Claro está que los peldaños no deberán suponer una barrera
arquitectónica, habrán de acompañarse de una rampa.
- Los cruces de
caminos deben permitir la cómoda circulación y no recorrer distancias
innecesarias. Los acuerdos en curva son los más utilizados pero no hay que descartar
los demás.
- La macla de
caminos, o de caminos con áreas estanciales con distintos tipos de pavimentos es
muy conveniente pues forma un mosaico que ofrece una buena lectura de su utilización. Toda lectura que
favorezca la comprensión del diseño es conveniente.
- Elevar los caminos
respecto del jardín que acompaña es conveniente pues sitúa al caminante en un
plano superior más confortable. La situación contraria puede ser conveniente
para resaltar el jardín y ofrecer al caminante mejores vistas de éste. Es
frecuente el abombamiento de las superficies encespedadas a los lados de los
caminos, que proporcionan mucha belleza y hacen crecer la dimensión del jardín.
- Los caminos
delimitados por bordes definidos afirman su traza y ganan en presencia y
calidad. Combinar bien los materiales del camino y de los bordes es importante.
- La vegetación
plantada a lo largo de los caminos afirma su traza y sentido, en especial el
arbolado que comunica confort a su utilización.
- Todo el viario del
parque debe responder a una concepción unitaria del espacio dedicado a este fin.
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