Seguimos con la serie sobre el Proyecto de Zona Verde Pública en la que estamos viendo el terreno como base del diseño. En esta entrada nos centraremos en el terreno como soporte de construcciones y base de firmes.
El terreno como soporte de construcciones
Es importante elegir la maquinaria adecuada para cada operación |
El terreno como base de firmes de viales y explanadas
La
consideración del terreno en estos casos es distinta de la anterior, debido a
la extensión superficial que ocupan, no siendo de aplicación soluciones
puntuales, perfectamente válidas para las construcciones.
Es
importante destinar para estas áreas, terrizas en la mayoría de los casos,
lugares bien saneados, ausentes de aguas subterráneas y a cubierto de avenidas,
en todo caso protegidos con las obras de fábrica necesarias (caños, bordillos,
imbornales, sumideros...). Se procurará que las características granulométricas
del suelo sean las adecuadas, eliminando en todos los casos la cubierta
vegetal. Para los rellenos, si fueran necesarios, se recurrirá en primera
instancia a los materiales existentes en la propia obra, para lo que habrá que
determinar su idoneidad, espesores de relleno, grado y forma de compactación... Si fuera preciso se reforzará la solución con el empleo de geotextiles y geomallas, que tienen la facultad de evitar la contaminación de los firmes por
las arcillas de la base, además de repartir las cargas; en cualquier caso,
estos sistemas están muy indicados en las obras de parques y jardines
considerando las acciones de los sistemas radicales y la elevada humedad del
suelo.
El
tipo de pavimento o tratamiento superficial tiene mucha importancia a la hora
de definir los firmes y la capacidad portante de las bases, elección que está
condicionada, a su vez, por las intensidades de tráfico y cargas a soportar.
Una
cuestión a tener en cuenta, a veces olvidada en los proyectos, es el destino de
las tierras procedentes de los cajeos de los viales y explanadas, que conviene
tengan su hueco en el interior de la obra, si sus características lo permiten.
El
viario de los parques y jardines tiene mucha importancia, más de la que se le
suele conceder en el proyecto. Los fallos suelen venir por problemas en la base
y firmes, acrecentados con frecuencia por aguas subterráneas o procedentes de
riegos no controlados.
De
otra parte conviene tener presente que una estudiada solución de firmes, en
combinación con pavimentos, puede abaratar mucho las obras y ofrecer, además,
soluciones más ventajosas desde otros puntos de vista.
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