Rampa italiana |
Estéticamente la rampa es muy
distinta a la escalera y muy pocas veces puede sustituirse una por otra con
parecidos efectos. La escalera, en general, encaja mejor; parece como si el
plano inclinado de la rampa, al que no estamos muy acostumbrados en nuestras
construcciones basadas en el plano horizontal, fuese un elemento distorsionante
en el diseño; basta recordar algunas rampas, sobre todo si son largas, y su destacada,
podríamos decir impertinente, presencia en el diseño; será por ello que se
suelen reducir a tramos cortos y también a darles una forma curva. También es
importante decir que esta cualidad de la rampa como elemento de mucha presencia
es muy importante cuando lo que se busca es precisamente esto.
Los tramos de las rampas tendrán una anchura mínima libre de paso de 1,80 m y una longitud máxima de 10 m.
La pendiente longitudinal máxima será del 10% para tramos de hasta 3 m de longitud y del 8% para tramos de hasta 10 m de longitud. No hay límite de longitud para pendientes inferiores al 6%.
La pendiente transversal máxima será del 2%.
Los descansillos tendrán el mismo ancho que la rampa y una
longitud mínima de 1,80 m cuando exista un cambio de dirección entre los tramos, o de 1,50 m cuando los tramos se desarrollen en directriz recta.
Al inicio y al final de la rampa deberá existir un espacio de la misma anchura y de longitud mínima de 1,50 m libre de obstáculos, que no invada el itinerario peatonal accesible.
También se señalizarán los extremos de la rampa mediante el uso de una franja de pavimento táctil indicador direccional, colocada en sentido transversal a la marcha.
En su construcción se emplean
materiales antideslizantes: piedra, cerámica, losas de hormigón prefabricadas,
siendo muy frecuente también la construcción in situ de hormigón,
preferiblemente armado, con acabado raspado o impreso. El acabado de canto
rodado para las rampas no es adecuado, aunque el tamaño del árido sea pequeño,
pues son resbaladizas. La madera está poco indicada pero si se utiliza tiene
que ser con listones de un ancho inferior a 10 cm dispuestos transversales a
la marcha, dejando grietas de ½ a 1 cm entre ellos y con las aristas romas. La
traviesa de ferrocarril, sobre todo si es nueva, no está indicada pues resulta
muy resbaladiza. La piedra de granito se comporta bien, la pizarra suele
resbalar y también la caliza, salvo que se mantenga rugosa. El hormigón con un
buen acabado se comporta muy bien. Las rampas soladas con piezas cerámicas
resultan resbaladizas, salvo el gres rústico no vidriado. También se comporta
muy bien el adoquín de hormigón.
Siempre que se utilicen
piezas éstas deben tener una disposición transversal al sentido de la marcha, incluso
girarse en las curvas para mostrarse siempre normales al caminar.
La construcción de la rampa
es similar a la de la escalera; por lo regular requieren una solera de
hormigón, armado preferentemente, con terminación in situ o recubierta de algún
material. Las rampas que se terminan con losas de piedra de cierto espesor,
adoquines de granito, de hormigón o de gres, losas de hormigón... pueden
ejecutarse directamente sobre firmes terrizos consolidados, mediante una cama
de arena, necesitando sentar con mortero de cemento la hilada de comienzo y, si la rampa es larga, alguna intermedia. El geotextil tejido o la malla de fibra
de vidrio son elementos muy interesantes para el armado.
Como las escaleras, las
rampas pueden necesitar protecciones laterales, pasamanos, remates... Las
barandillas de protección son obligadas cuando la altura de caída es igual o
mayor de 0,55 m; la defensa tiene que tener una altura de al menos 0,90 m si la diferencia de cota es <6 m y de 1,10 m en los demás casos. No
serán escalables y tendrán una luz igual o menor
de 10 cm, el ancho de la cabeza de un niño.
Para hacerlas accesibles se colocarán pasamanos a ambos lados de cada tramo de rampa, serán continuos en todo su recorrido y se prolongarán 30 cm más allá del final de cada tramo.
Rampa Italiana.- Es una rampa interrumpida
por un peldaño cada cierto tiempo, de poca altura (5-8 cm) y de arista
redondeada, que permita el tránsito de coches de niños y sillas de minusválidos (siempre ayudados), y no dificulte apenas el ritmo de la marcha.
El peldaño de la
rampa italiana, si así puede llamarse, tiene una finalidad muy distinta al de
la escalera. En esta última el pie se coloca sobre el peldaño, a veces sobre el
borde de ataque, pues claramente es una subida escalonada, con movimiento
ascendente de los pies. La rampa italiana no
se sube, se camina por ella y por tanto su peldaño no es para efectuar un
movimiento ascendente, sino para librarlo al caminar en pendiente, levantando
un poco más el pie que en el resto de los pasos. Por ello el peldaño tiene muy
poca altura y su borde redondeado para salvarlo mejor al caminar.
La pendiente de
la rampa no debe ser superior al 8%, recomendado el 6%, la altura del peldaño
de 5 a 8 cm (en algunos casos puede llegarse a 10 cm) y estar realizado con
un material diferente para distinguirlo bien. La forma redondeada de la arista
obliga a utilizar materiales antideslizantes, siendo muy adecuado el granito
abujardado.
Es importante
trazarlas con cuidado para que el peldaño se salve alternativamente, y que al
menos se puedan dar 2 pasos en cada tramo, es decir que la subida se produzca
al menos cada 3 pasos y siempre en número impar, con pie alternativo. Deben
evitarse las rampas italianas de 2 pasos, se las llama rampas de cojo pues se
sube siempre con el mismo pie y se acaba uno cansando. Considerando que la
longitud de un paso en rampa, para una pendiente media, es de unos 50 cm la
distancia mínima entre peldaños sería de 1,50 m, ampliando en unidades de
metro.
En su construcción pueden utilizarse los mismos materiales que en las rampas y escaleras y vale todo lo dicho para ellas
En su construcción pueden utilizarse los mismos materiales que en las rampas y escaleras y vale todo lo dicho para ellas
La rampa
italiana es un elemento que encaja muy bien en muchos diseños; es menos
agresiva que la rampa normal y mucho más cómoda que la escalera, y, además, muy
lucida si se traza adecuadamente y se utilizan bien los materiales. Las plantas
curvas de ancho generoso, incluso de ancho variable, son muy atractivas, y los
tramos permiten diseños de pavimentos muy interesantes. Aunque es un producto
típico de los jardines italianos su empleo está indicado en cualquier lugar
siempre que las formas y los materiales sean los adecuados.
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