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6 jul 2015

Proyecto de Zona Verde Pública - Trazado y red viaria (I) - Introducción

Siguiendo la serie sobre el Proyecto de Zona Verde Pública en la fase del Diseño global y las partes constituyentes del Proyecto, pasamos a tratar el Trazado y la Red Viaria.


El trazado es el orden interno del parque o jardín. Es la imagen gráfica, la trama interior, el equilibrio de las superficies, las formas y los volúmenes, las perspectivas y profundidades de campo, la integración o el distanciamiento, la relación, la singularidad... conjunto de elementos que proporcionan a los parques y jardines uno de los rasgos más significativos de su carácter y personalidad.

 El trazado aporta  los escenarios donde el usuario se mueve, se relaciona, juega y descansa, donde tiene lugar la actividad que ha venido a realizar en el parque o jardín; es algo inmaterial que le acompaña, que vive y le comunica sensaciones, algo que siente al utilizar el parque.


Al margen de la materialidad, es el encargado de proporcionar una buena parte de los elementos sensitivos y espirituales para que sean recogidos, utilizados y potenciados por los usuarios: el trazado serpenteante de un paseo entre prados, sobrio y elegante de los parterres geométricos, suavizado por curvas en las esquinas y fondos en los jardines franceses, íntimo y recoleto de los jardines románticos, amplio y dilatado de las áreas de juegos y exposición... comunican en cada caso diferentes sensaciones y permiten distintos usos y actividades para distintos estados de ánimo. Cada usuario se reparte la escena según sus preferencias por el ambiente, siendo el trazado el factor más determinante.

Esta elección de los lugares e itinerarios más frecuentados, y en los que se siente mejor, descubre en el usuario el sentido de apropiación del espacio que es de la mayor importancia ya que supone el primer paso en el aprecio del parque y su aceptación.

El viario es, en cierto modo, la materialización del trazado, el medio físico de contacto con el usuario. Su diseño y ejecución, si es acertado, vendría a reforzar las ideas del trazado, además de facilitar las operaciones interiores a las que sirve. Otro tanto cabe decir de los distintos materiales constituyentes de los trazados.
Sin entrar en detalles nos gustaría indicar que en bastantes ocasiones hemos podido ver cómo el diseño del viario está completamente al margen del trazado del parque, al que, como es lógico, sirve; así por ejemplo es corriente que viales pensados en el trazado para el tránsito peatonal entre distintas áreas urbanas a través del parque, se diseñen con materiales terrizos, que impiden su utilización en tiempo de lluvia; que circuitos pensados para correr se realicen con materiales duros  cuando se sabe que la carrera sobre firmes terrizos es mas conveniente; que un vial o terraza que se sitúa junto a un elemento arquitectónico de primera clase, con buenos materiales, se resuelva con un pobre pavimento, de adoquín de hormigón por  ejemplo, al que además le falta dimensión; que se mezclen materiales de diversa procedencia y colores sin el más mínimo respeto a las reglas de la composi­ción o utilidad, algunos son francamente incómodos, como los enmorrillados, otros ofrecen peligro de deslizamiento. Que los caprichos de algunos diseñadores -artificieros del diseño-, sin ningún fundamento, nos lleven a recorridos sinuosos, inútiles, que no aportan más que incomodidades al alargar las distancias... todo ello sin entrar en las deficientes ejecuciones, responsables de muchos desastres, y en el estado de conservación. 

Lo anterior, en muchos casos, además de la pérdida de utilidad, es causa de rechazo de muchos usuarios, dotados de cierta sensibilidad, que ven estropeado el cuadro de sus anhelos por un fallo evidente del diseñador, que no ha prestado suficiente atención al detalle y que no se justifica, ni siquiera por razones económicas. Conviene tener muy presente que el usuario del parque es, en general, persona dotada de cierta sensibilidad, artística que es donde radica la verdadera sensibilidad, y que realiza siempre, consciente o inconscientemente, una valoración de la escena, de cuanto tiene a su alrededor y del estado en que se encuentra.

El viario del parque, por todo lo anterior, desde el punto de vista del usuario – nuestro cliente, ya lo hemos dicho antes – es uno de los elementos que más atención requieren, aquí si que es importante la visión de la escena y su vivencia anticipada en la mente del diseñador.

Aspectos como el mantenimiento, pensado desde el diseño y no a lo que resulte, ó como el uso de caminos peatonales por bicicletas o monopatines porque no se ha previsto una vía alternativa ante una evidente necesidad, suponen en muchos casos cuantiosas pérdidas de rentabilidad, en especial en ambientes gratos para ciertas personas que se sienten muy molestas por la alteración de la paz del parque o jardín. Cuidar estos aspectos desde el proyecto nos parece muy importante.

En las siguientes entradas trataremos algunos de estos elementos como son los caminos, las escaleras y las rampas. 

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